domingo, 15 de enero de 2023
Abanderado del Regimiento de Infantería Zamora nº 29. Guerra Civil 1936.
Comisario político de Batallón. Ejercito Popular Republicano. 1937 - 1939
Por Orden circular de fecha 15 de octubre de 1936 (D.O. núm. 214), firmada por Largo Caballero, se crea el Comisariado General de Guerra, cuya principal misión,según el artículo 1º, consistirá en ejercer un control de índole político-social sobre los soldados, milicianos y demás fuerzas armadas al servicio de la República y lograr una coordinación entre los mandos militares y las masas combatientes, encaminada al mejor aprovechamiento de la eficacia de las citadas fuerzas.
El Comisariado será desempeñado por un comisario general de guerra auxiliado por cuatro sub-comisarios. Existirá además un comisario delegado de guerra en las divisiones, brigadas, regimientos, batallones, columnas de combatientes y unidades armadas de cualquier clase e índole.
Al día siguiente se publica una nueva orden circular,
ampliatoria de la anterior, y también unas normas generales para determinar el
ejercicio de su función.
La nueva circular dicta que tiene como finalidad
ampliar la norma de creación para mayor exactitud de la intención ministerial, y también para mejor conocimiento de esa intención por parte de
los mandos militares, cualquiera que sea la jerarquía de los mismos. En su
artículo 1º dice que no irá en momento alguno en menoscabo del prestigio y
la autoridad del mando militar, por el contrario, será principal misión de los
comisarios establecer una corriente espiritual entre los mandos y las tropas,
de tal manera, que la confianza de los combatientes en los Jefes que los
dirigen sea absoluta y total.
En cuanto a
sus cometidos, tienen el deber de facilitar en las diversas unidades el
desarrollo de aquellas iniciativas tácticas que, debidamente aprobadas por la
superioridad, hayan de ponerse en juego. Será el mando militar en todo caso el
que establezca y firme las peticiones que sobre armamento, municiones,
vestuario, víveres, etc., se cursen a la superioridad; pero, para mayor rapidez
de las solicitudes y también para mejor satisfacción de la masa de
combatientes, las solicitudes deberán ser suscritas por el comisario general, los
sub-comisarios o los comisarios delegados que actúen en el orden político en
plano igual al que corresponda a la jerarquía del mando militar que haya de
proceder en cada caso.
También irán provistas de la firma del comisario general de Guerra, de la de los sub-comisarios o la de los comisarios delegados, según los casos, las órdenes que por escrito se dicten de superior a inferior.
Las normas generales, publicadas ese mismo día, dicen que se trata principalmente de llevar a efecto una labor político-social encaminada a mantener la moral de las tropas combatientes en el nivel necesario para la eficacia de su acción combativa y a dar sentido a la lucha armada. Deben los comisarios persuadir a los soldados y milicianos de que las clases, oficiales, jefes y generales que dirigen las operaciones, cuentan con la confianza del Gobierno y de los Sindicatos y grupos políticos que apoyan a éste. Deben procurar que todos los combatientes, sin importar su procedencia sindical, borren entre ellos los diferentes puntos de vista.
En una orden del 6 de enero de 1937 se determinan los distintivos y la uniformidad de los comisarios, aunque esta última, como ocurría en general en todo el ejército republicano, iba un poco acorde con el gusto de cada cual.
La
uniformidad consistía en canadiense de paño marrón de gabán con hombrera y
bocamangas en ángulo, llevando en el cuello una “C” dorada y en la bocamanga
las insignias correspondientes a cada categoría. Pantalón noruego de paño del
mismo color, y gorra rusa pasamontaña, con insignias. Como abrigo un capote
ruso, de paño igual con las insignias colocadas en el lado izquierdo del pecho.
Con un cinturón de cuero de color avellana con una chapa dorada con una
estrella de cinco puntas y una bandolera de cuero del mismo color, terminada en
funda para pistola.
Las insignias serán una estrella roja, de cinco puntas encerrada en un círculo, y debajo colocados los distintivos de cada grado, consistentes en cordoncillos.
Los comisarios se nombraban habitualmente por elección de la tropa entre el personal de la unidad.
La figura es la referencia TGC-28 Comisario Político de la marca El Viejo Dragón en 65 mm.
Lleva un chaquetón de cuero muy extendido entre los comisarios políticos.
A la figura se le ha añadido el distintivo de empleo en
el lado izquierdo del chaquetón.
La ambientación es de fabricación propia.